Ethan Y Mar, Transexuales en Getafe





Antes de nada quiero decir que el presente artículo, (que tuvo que ser rectificado y corregido posteriormente debido a la gran cantidad de errores que contenía) ha generado una polémica innecesaria por palabras que no salieron de mi boca y que continúan a día de hoy escritas en el mismo. 
Es por ello, que me veo en la obligación de dar mi réplica al mismo y defenderme de unas acusaciones que veo injustas.
Os copio primero el artículo al cual me refiero y después las réplicas y opiniones.



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Ethan y Mar, transexuales en Getafe

Dos caras de una misma moneda

Ethan y Mar, FOTO_ Nacho López
Ethan y Mar, FOTO_ Nacho López
GETAFE/ AGOSTO 2015/ Ethan y Mar son dos caras de una misma moneda, dos vidas paralelas cuya distancia en el tiempo es lo que marca la diferencia y a quienes hemos conocido gracias a la labor de visibilidad que está desarrollando la asociación Gaytafe LGBTI+.
Mar tiene 43 años y hace uno que finalizó el proceso de transición para convertirse de hombre a mujer. “Siempre lo supe, desde muy pequeña, yo quería vestidos y muñecas, y siempre quería estar con mis hermanas mayores, me sentía mucho más identificada con ellas”.
De madre española y padre palestino, Mar es madrileña pero lleva años viviendo en Getafe. La excesiva rectitud que le inculcaron en casa le impedía mostrarse tal y como era y durante muchos años escondió su realidad. Trabajaba mucho sus músculos en el gimnasio y por la noche bailaba como striper en fiestas para mujeres.
“Eran otros tiempos, en aquella época un transexual sólo podía ser prostituta, así que me lo negaba a mí misma y creía que siendo físicamente más fuerte y más macho, lograría sentirme hombre y acabar con ese sentimiento que me mataba por dentro”.

Un “travesti” en Getafe Norte

Hasta que se armó de valor y comenzó un proceso verdaderamente duro y cruel. “En el UTIG (Unidad de Trastorno de Identidad de Género) me prometieron que si seguía todos los pasos, en cuatro años estaría operada y sería una mujer y cuando llegó el momento de la operación de genitales, me dijeron que tenía que esperar cuatro años más, fue horrible, me miraba al espejo y quería morirme, me sentía un monstruo”.
En esos cuatro años, Mar tuvo que pasar por un proceso psicológico y psiquiátrico muy duro. “Te ponen imágenes de cabezas cortadas y te preguntan que si te gustan, un desconocido te pregunta todo tipo de intimidades y si te niegas a contestar, te echan, te tratan como si estuvieras loca”.
“Antes de empezar a hormonarte –continúa- te obligan a vestir de mujer durante varios meses y te dicen que te estarán vigilando, si no lo haces, no te aprueban el tratamiento, lo llaman test o prueba de vida real, ¿sabes lo humillante que fue? Yo vivo en Getafe Norte, en un barrio normal, todos los vecinos me miraban, no estaba depilada, no tenía pecho aún, había perdido gran cantidad de pelo en la cabeza y me ponía una peluca, no sabía ni vestirme ni maquillarme, era un travesti, bochornoso, me echaron de mi trabajo también, te destrozan la vida”.
A pesar de todo lo que nos cuenta, a Mar ahora le brillan los ojos, es una mujer plena, es una mujer feliz. “Mi familia me ha visto tan mal, con dos intentos de suicidio, que ahora que me ven feliz, lo demás no importa”. Acaba de escribir un libro, ‘Transición de una española transexual’, y tiene un blog (transiciondeunaespanola.blogspot.com.es), donde plasma todas sus vivencias e intenta dar un aliento de esperanza a quienes se puedan sentir identificados con ella.

Transexual y alumno de Escolapios

Es el caso de Ethan, tiene 23 años recién cumplidos y lleva 2 meses hormonándose. Mientras charlamos con Mar, él escucha con atención y contesta a las preguntas que ella le va haciendo, todo su afán es poder aconsejarle, “él lo ha tenido un poco más fácil, pero aún así esto es duro”.
“Mi proceso ha tenido momentos difíciles también -nos cuenta Ethan-, pero ha sido más natural, primero explique a mi familia que me gustaban las chicas y lo aceptaron, el problema ha sido más de desinformación que de otra cosa, yo no sabía cómo catalogarme, pero sí sabía que no me sentía mujer, de hecho mis amigos me dicen que no entienden por qué no lo he hecho antes”.
Ethan y Mar en Plaza Pelacio. Foto Nacho López
Ethan y Mar en Plaza Pelacio. Foto Nacho López
Ethan es getafense, de la zona de Getafe Centro, acaba de aprobar sus oposiciones de Magisterio pero, a pesar de su gran sonrisa, lo suyo tampoco ha sido un camino de rosas. “Yo he estudiado en Escolapios y hasta bachillerato me obligaban a vestir con uniforme de chica, era humillante, yo sentía que iba disfrazado al colegio y eso te anula como persona”.
Desde que tomó la decisión de cambiarse de sexo, ha contado con el apoyo incondicional de su familia. “A mi madre le ha costado un poco más que a mi padre, pero ya está todo superado, con quien discuto es con mi hermano pequeño, porque dice que no le gusta el nombre que me he puesto”, nos cuenta entre risas.

Colega Getafe “me negaron la ayuda”

A pesar de todo, ambos sonríen. “Me alegra saber que los más jóvenes ahora lo tienen más fácil que yo, pero queda mucho camino por recorrer”, concluye Mar. Ethan asiente y añade que “debería haber más información sobre la transexualidad y debería ser un proceso más natural”. Tiempo al tiempo.
Corresponsal / Arantxa Naranjo


Este es el mensaje de respuesta que he recibido de un voluntario de un tal Leonardo de COLEGA Getafe:
Mar, eres muy injusta con los profesionales de Colega Getafe. No estoy vinculado a la asociación a ningún nivel, soy un simple voluntario y me consta que te han atendido muy bien. Además como ya sabrás, cada atención que se presta a los usuarios queda debidamente registrada en los archivos de la entidad. Proferir estas declaraciones de forma genérica sin especificar nada concreto resta credibilidad a tu relato. Si realmente se te ha negado alguna ayuda te invito a que compartas tu experiencia y des parte del asunto de forma concisa. Yo entiendo que quieras promocionarte y vender tu libro, pero lamento realmente que te hayas rebajado a este nivel. Te invito a que seas más concisa en tu “denuncia” la próxima vez.
Leonardo.

Esta es mi respuesta:
Leonardo, lo que yo dije textualmente fue que desde COLEGA Getafe me ofrecieron ayuda psicológica y un abogado, pero el abogado tenía que pagarlo. Yo fui voluntaria en la caseta de  COLEGA Getafe en las fiestas, sería una contradicción que hubiera sido voluntaria para una asociación que me negó toda ayuda . En mi libro hablo bien de esta asociación, sería igualmente contradictorio que ahora hable mal de ellos (que nunca lo he hecho). Además adoro a Leo, que era el asistente social que me atendió y ambos nos profesamos mucho cariño.
Lamento profundamente que eso haya sido publicado así. La entrevista fue grabada en audio, así que puedo demostrar que yo no dije eso. Ya se lo hecho saber a la reportera que me hizo la entrevista, pero no está en mis manos rectificar lo que en este artículo se ha escrito. También siento esos comentarios despectivos sobre que me he rebajado y que he dicho eso para promocionar mi historia. Quizás conozcas bien a COLEGA Getafe pero se nota que a mí no me conoces de nada, ni entiendo en que me iba a beneficiar difamar a un colectivo que comparte mi lucha por los derechos y la igualdad. Cualquiera que me conozca sabe que no soy conflictiva, ni busco problemas, ya nos vienen bastantes por si solos, como aquí se evidencia. 
Llevo una trayectoria intachable de voluntariado y activismo LGTB. Hasta ahora es la primera crítica negativa que recibo.  Igualmente, te invito a rectificar lo que has escrito y que primero preguntes antes de acusar y no juzgues y saques conclusiones precipitadas, pues a veces, las historias que se comparten  suelen tener versiones diferentes.

Mi rechazo a este otro titular publicado: 

Un “travesti” en Getafe Norte

Un "travesti" no es un transexual.

Creo que se han de tener claros unos conceptos en los que existe un desconocimiento tan grande como generalizado:
Lo primero que hay que saber es que un travesti es una persona que se viste de hombre o mujer, dependiendo del género que sea se vestirá del contrario. Lo hará en ciertos momentos de su vida o siempre, y sencillamente porque lo cree oportuno y por la razón que sea. El travesti no cambia de sexo porque ni siquiera tiene la necesidad de hacerlo.
Transexual, sin embargo, es una persona que nació en un cuerpo con el sexo contrario al género al que en realidad siente que pertenece. Los hombres transexuales y las mujeres transexuales luchan, quienes pueden, por cambiar su cuerpo a través de hormonas y cirugías. Y este cambio no es caprichoso sino que responde a la necesidad incuestionable (sobre todo por ellos mismos) de llevar una vida acorde con su sensibilidad las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año y los cien años que pueda ocupar el largo y el ancho de una vida humana, más o menos.
Cierto es que hay mujeres transexuales que nunca se operan de genitales y la mayoría de la gente les llama travestis, pero ese es un error generalizado debido a la mala y poca información que existe sobre ese tema. Puede haber infinidad de motivos por los que una mujer transexual no se opere, el más común es sencillamente la carencia de medios para hacerlo. También puede ser por el miedo a la cirugía de cambio, a no volver a sentir sexualmente o incluso algunas se sienten cómodas así, que nunca fue mi caso.
 . Con esto quiere decir que es muy normal que una mujer transexual no se opere por motivos ajenos a sus deseos y voluntad. Pero ellas son mujeres transexuales, mujeres no reasignadas sexualmente. Insisto, no son travestis.
Ese titular de Un "travesti" en Getafe Norte para referirse a mí demuestra un gran desconocimiento de nuestra realidad, así como poca sensibilidad hacia el colectivo, 

Mar Toranzo

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